Kant era un gran amante del café, solía decir que “la amistad es como el café, una vez frío nunca vuelve a su sabor original, aún si es recalentado”.
Si eres un buen amante del café, estarás de acuerdo en que no hay nada como un café recién hecho, pero hay otros factores que influyen a la hora de saborear una buena taza de café… ¿quieres saber cuáles son?
Lo primero que debemos tener en cuenta es la calidad del grano. Escoge un café 100% arábica, de un origen de calidad, cultivado, recolectado y procesado en pequeños lotes. Si el grano de café es de calidad, el café que llegue a tu taza también lo será.
Tras una buena selección del grano, el tueste es la clave. Un tueste adecuado permite acentuar las principales características de cuerpo, sabor y aroma, logrando de esta manera ese café de calidad. Consumir un café recién tostado potencia además las cualidades organolépticas de cada grano y reduce el gusto amargo que encontramos en los cafés comerciales. Apuesta por tostadores artesanales, no solo conocen el origen del café que venden, seleccionan cuidadosamente los granos y los tuestan personalmente, sino que además te recomendarán el tipo de café que más se adapte a tus gustos.
Tan importante como escoger un buen café tostado es molerlo en el momento en el que lo vamos a consumir. Así conservará sus aromas y su sabor y no perderá ninguna de sus características. Hay que tener en cuenta que hay que adaptar la molienda al tipo de cafetera que vayamos a usar, así las cafeteras de filtro necesitan, por ejemplo, un grano más grueso que las italianas.
Y sí, la cafetera que vayas a usar también influye… Si te gusta el café fuerte y corto aconsejamos uses una cafetera express, por lo contrario, si lo que te gusta es el café largo y suave, para apreciar todos sus matices, necesitarás una cafetera de filtro. Las cafeteras moka italianas también nos ofrecen un café concentrado e intenso, aunque no tan denso como las express. Ahora bien, si lo que te gusta es experimentar, la cafetera de émbolo, utilizada correctamente, te permitirá realizar ligeras variaciones en el sabor de tu café.
A pesar de que muchos no le den importancia, el agua es un elemento esencial para elaborar un buen café. Los baristas expertos apuestan por utilizar agua mineral. ¿Además, sabías que un mismo café cambiará su sabor según el agua que utilices? Un agua con menos minerales extraerá más sabores al café que una que contenga, por ejemplo, más minerales.
En las cafeteras de moka italianas obtendremos un mejor café si incorporamos el agua ya caliente hasta el tornillo, sin presionar el café, con la tapa levantada y lo retiramos del fuego una vez comienza a borbotear para cortar la cocción.
Y para finalizar… ¡La taza! Los materiales de las tazas tienen características que pueden influir en la temperatura y en el sabor del café que vamos a tomar. ¿La taza ideal? De cerámica vitrificada y con el fondo redondeado que favorezca la caída del café de manera suave y la conservación de la crema, un elemento fundamental para mantener los aromas y formar un tapón térmico que retarde el enfriamiento del café. Normalmente las tazas que compramos siguen esquemas distintos y priman más la belleza y la estética.
Un último apunte para los paladares más exigentes, la temperatura ideal para servir ese gran café es de entre 76 a 82 grados. Para que esa temperatura se mantenga es aconsejable precalentar la taza y así podremos disfrutar durante más tiempo de todos los aromas y matices que nos ofrece el café que hemos elaborado.
En Cafés Balancilla te lo queremos poner fácil. Mimamos cada fase del proceso de elaboración del café para hacerte llegar la mejor materia prima posible para que puedas preparar ese gran café que estás deseando saborear. Porque amamos el café. Porque sabemos que amas el café.